Marineros, expertos navegantes, ha llegado el fin de nuestro viaje. Como el valiente y astuto Ulises, regresamos victoriosos, tal vez un poco más viejos que al partir, pero sin duda más sabios, más audaces, y más plenos. Itaca, esa pequeña isla del mar Jónico, es el símbolo del regreso, del destino, del hogar, de las expectativas logradas…
Hoy toca hacer balance del camino, toca hacer memoria de todo lo aprendido, de las personas que nos hemos encontrado, de los que nos han acompañado. Recordar experiencias, emociones, dificultades… Este ha sido un viaje de conocimiento en el que nos hemos encontrado con hombres y mujeres que nos precedieron en la aventura de la vida, que quisieron dejarnos sus palabras para que, a través de ellas, recorriéramos los mismos caminos que ellos trazaron y transitaron. Sin ellos, hubiéramos perdido más de una vez el norte en este viaje. Y en este recorrido, nos hemos puesto a prueba como personas, como amigos y compañeros. Seguro que hemos descubierto algunas de nuestras sombras personales, pero al mismo tiempo, habremos encontrado fortalezas y en más de una ocasión habremos sido motivo de sorpresa para nosotros mismos.
En el día de hoy evaluaremos lo que ha sido este proyecto; lo que supone este método de aprendizaje frente al más tradicional; analizaremos los fallos y propondremos juntos soluciones. Para ello, seguiremos los siguientes pasos:
- Evaluación grupal de cada uno de los proyectos mediante la técnica de “critical friends”.
- Evaluación por grupos del trabajo, referido a estrategias, metodología, compromiso con el proyecto. Cada uno de los miembros evalúa a los demás y a sí mismo.
- Reflexión personal sobre la experiencia, el aprendizaje, etc. Se incluye en el diario de aprendizaje.
- Entrega de la rúbrica de evaluación grupal nº 3 y del diario de aprendizaje.
Después de esto, no queda nada más que el desembarco. Habéis sido unos excelentes compañeros de travesía. Y aunque, probablemente, no volváis a embarcaros más en el Proyecto Novela, serán muchos los recuerdos de todo lo aprendido que os acompañarán durante el resto de vuestra vida.
¡Hasta siempre!
«Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas».C. P. Cavafis.